Presentación I

Inestabilidades Asombrosas consiste en una serie de 12 piezas audiovisuales en sintonía con una obra de 12 piezas para piano y bandoneón del mismo nombre del compositor argentino Jesús Cañete. Estas 12 piezas audiovisuales se nutren de la experiencia que tuve con 12 enfermedades a lo largo de mi vida, desde los 12 años. En su mayoría fueron enfermedades incurables, por nombrar algunas: cisticercosis, cáncer de testículo, HIV, cardiopatías, esclerosis. Vale aclarar que estoy sano y no tengo ninguna de esas enfermedades, en su momento las tuve en mi cabeza porque soy hipocondríaco.

Los siguientes 12 autorretratos son un intento de hacer visible particularidades de cada una de esas 12 enfermedades y sus respectivos contextos.


Me interesa un momento particular que se genera casi al final de la enfermedad, cuando se acepta la muerte como único destino, cuando ya no hay más de que preocuparse porque no hay opciones, cuando uno está libre de toda construcción de ser; la concepción del tiempo cambia radicalmente y todo fluye con una armonía impresionante. Todo gira en torno a un cambio de percepción, uno deja de correr, no hay más ansiedad, porque se busca un tiempo de calidad, no de cantidad. Me propongo entonces, a través de las 12 piezas, acercarme y acercar al espectador a este entender del tiempo, que de ahora en más le llamaré tiempo valioso.

Las 12 piezas son autónomas pero interdependientes. Contarán historias simples en contextos de naturaleza y tendrán que ver con distintos acercamientos al concepto del tiempo. Pienso utilizar escenarios de provincias Argentinas. Las 12 piezas se dividen en Tierra y Cielo. La Tierra se divide a su vez en el tiempo perdido y la identidad perdida. El cielo se divide en el portal y el tiempo valioso, porque durante las últimas tres enfermedades que tuve, ya esperé casi con alegría a que llegara este momento de tiempo valioso. Cuento con un equipo formado por guionistas, fotógrafos, músicos, psicólogo y pintora, con quien estuve trabajando durante todo un año para traducir la obra desde la música a lo visual.

El soporte y formato todavía no está decidido pero definitivamente se trata de una instalación para que el espectador pueda entender el tiempo a su modo. El próximo elemento a incorporar es la aleatoriedad, probablemente desde el montaje, porque como en el tiempo valioso, la aleatoriedad destruye la cronología. En este momento las reglas del tiempo cronológico no aplican, de hecho los griegos ya hablaron de esto, sus dioses del tiempo Kronos, Aión y Kairos constituyen una mucho más amplia versión de nuestro básico entender del tiempo cronológico. Mi proyecto apunta al tiempo kairológico, el tiempo de la oportunidad.

Mi desafío es entonces llegar a este tiempo valioso, aunque tenga que enfermar a todo el mundo para lograrlo.

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